Para empezar, nunca pensé que un evento como DreamHack tuviera una trascendencia tal. Recuerdo que unas semanas antes nuestro tutor Miguel Ángel nos comentó la posibilidad de realizar un viaje a Valencia con la intención de tomar conciencia respecto de la magnitud que el universo del videojuego y la producción multimedia está tomando dentro del mercado laboral. En mi caso, nunca había oído hablar de este evento internacional.

En cualquier caso, la expedición no ha sido de carácter lúdico, puesto que antes, durante y después de la misma venimos elaborando un reportaje audiovisual, el cual ha necesitado la organización de tareas y colaboración de todo el equipo de trabajo. En concreto, el día anterior redactamos un formulario de preguntas a participantes del evento, hicimos pruebas de vídeo para las tomas, e incluso realizamos un storyboard con el que seguir una narración visual a la hora de editar el vídeo.

El día de la excursión, nada más llegar al punto de encuentro para subirnos al autobús y comenzar el trayecto ya grabamos algunos planos del exterior del lugar y en el interior del vehículo. Cuando llegamos al recinto ferial de Valencia nuestras expectativas se habían cumplido con creces. Las personas se aglomeraban en la entrada formándose colas que llegaban a la vía pública. El evento abrió sus puertas al público y las colas comenzaron a avanzar. Por suerte, haciendo uso de las nuevas tecnologías pudimos acceder al lugar sin mucha demora. Una vez dentro, recorrimos en grupo los distintos espacios que formaban el evento para nos perdernos detalle. Y fue cuando nos dimos cuenta de que existe un mundo nuevo por descubrir para muchos de nosotros. La organización estaba muy bien preparada y cuidada, por lo que podría decirse que Valencia puede continuar al menos un año más siendo ciudad DreamHack. Como he dicho arriba, se trata de un evento internacional en el que participan personas, profesionales y medios de comunicación extranjeros, sobre todo estadounidense. Y allí se dieron cita varios torneos en los que se enfrentaban equipos de gamers de varias nacionalidades.

DreamHack se divide en tres zonas: LAN -Local Area Network-, Expo y E-Sports. La primera zona es donde los asistentes podían llevar sus equipos informáticos e instalarlos allí durante el fin de semana -¡cuántos jóvenes vimos portando carros llenos de cajas frágiles para tomar sitio!-. La Expo era el rincón de los puestos donde empresas tecnológicas daban información sobre sus productos y servicios. Y por último, la zona E-Sports era la joya de la corona, ya que allí se aglomeraba la mayor parte del público, viendo en directo los distintos torneos profesionales o bien probando las novedades del mercado de primera mano.

Nosotros no desaprovechamos la ocasión, así que nos pusimos manos a la obra y realizamos entrevistas a público asistente y protagonistas de la cita. Con nuestros medios, podemos decir que hemos conseguido material de primera calidad de cara al trabajo encargado por nuestro tutor.

Por otra parte, habría que destacar el buen ambiente que hubo durante la expedición. Como compañeros de trabajo, días especiales como éste -una jornada de convivencia fuera del lugar ordinario de trabajo- son necesarios para unir lazos que puedan mejorar nuestra relación profesional. Una vez terminado nuestro trabajo dentro de las instalaciones, llegó la guinda del pastel yéndonos a comer todos juntos. En definitiva, disfrutamos mucho de la visita; es más, al finalizarla comprobamos que sirvió para conocernos mejor, por lo que dejamos la puerta a futuras expediciones.